Fue en Benarés donde mantuve una larga conversación con un sadhu errante que vagaba por los polvorientos caminos de la India. Nunca llegué a saber su nombre, pero no he olvidado sus palabras ni la expresión de su rostro. Si lo que pretendía era impresionarme, debo confesar que lo consiguió. Existen hombres que marcan, que no pasan inadvertidos, por su aspecto, por su dignidad, por la fuerza especial de su rostro, por su mirada penetrante e intensa. En la India hay muchos.
Conocí a este sadhu en las cercanías del hotel donde me hospedaba, a media tarde, poco antes que el sol comenzara a declinar. Me pidió con un gesto de la mano que me sentara a su lado y así lo hice. Tenia ojos de fuego y, cuando le pregunte si era de Benarés, dijo "Benarés está siempre en mi corazón. Benarés es como el manto de Brahma que me arropa. Soy del sur de la India, de un pequeño pueblo. Peregrino de cuando en cuando a Benarés. Peregrino constantemente. Usted tal vez no comprenda el profundo sentido que tiene peregrinar. Peregrina es una búsqueda, una proyección, un canto de vida. Peregrinando encuentro. ¿Acaso no lo he encontrado a usted? Peregrinando me fundo con los hombres y la Naturaleza. Peregrinando me abro a la grandeza del Divino y a su manifestación mas excelsa: el mundo. Excepto cuando vengo a Benarés, mis pasos no se dirigen a un lugar definido. Únicamente camino y camino con la firme confianza de que allí donde me lleven Dios esta conmigo y yo estoy con Dios."
Y, tras una prolongada pausa, mirándome con inquietante profundidad, agrego: "Peregrinando encuentro. Encuentro los muchos aspectos de la vida, encuentro el dolor, ¡cuánto dolor! Pero el dolor enseña, forma y nos impulsa a seguir buscando. Peregrinando veo al ser humano y me acerco a él. Veo en él cosas que no me gustan, cosas incluso que me horrorizan. Compruebo que son muchos lo que desoyen la voz del Alma Cósmica. Y entonces me siento en cualquier parte e invito al transeúnte a sentarse a mi lado para que conversemos unos minutos. Llevo peregrinando muchos años y también he peregrinado en anteriores vidas".
Hablamos durante varias horas, hasta bien entrada la noche. Después cada uno tomo su camino y la vida que nos había unido nos separo, si es que hay lugar para la separación, si es que no es todo, como dicen los hindúes, el Uno diversificándose.