viernes, abril 10, 2009

Epicteto: Mas allá del placer y del dolor


Esclavo del secretario y favorito de Nerón, Epicteto nació en Hierapolis (Frigia) en torno a los anos 50-130 d.c y destaca como la figura capital de la renovación moral llevada a cabo por el estoicismo, una de escuelas de la decadencia de Roma, la llamada "doctrina de los hombres de animo esforzado", que enseñaba a alcanzar la libertad por medio de la razón. Entre sus obras cabe destacar las Disertaciones y el Manual.


· Nuestro bien y nuestro mal no existen más que en nuestra voluntad.

· Debes apartar tus temores de las cosas que por no depender de ti son inevitables y colocarlos en aquellas que de ti dependan.

· Si eres tan loco como para desear algo que no esta en tu poder alcanzar, es señal evidente de que aun no estas en estado de conocer aquello que se debe desear.

· Para alcanzar esta libertad solo hay un camino, el desprecio de las cosas que no dependan de nosotros.

· Los hábitos contraídos no se corrigen sino con hábitos opuestos.

· La verdadera libertad consiste en querer que las cosas sucedan, no como se te antoja, sino como suceden.

· No consiste la libertad en adquirir y gozar, sino en no desear.

· Es preciso que pongamos nuestra voluntad en estado de aceptar y acomodarse a todo cuanto nos ocurra y a todo cuanto deje de ocurrirnos.

· No desees sino aquello que de ti dependa.

· Lo que perturba a los hombres no son precisamente las cosas, sino la opinión que se forman de ellas.

· Tu hijo y tu amigo han partido; se han marchado, y lloras su ausencia. ¿Ignorabas, acaso, que el hombre es un simple viajero? Sufre, pues, la pena de tu ignorancia.

· Todos tememos la muerte del cuerpo. Pero la del alma ¿quien la teme?

· Acusar a los demás de nuestras adversidades, es propio de ignorantes; culparnos de ellas a nosotros mismos es señal de que empezamos a instruirnos; no culparnos a nosotros mismos ni a los demás, he aquí lo propio de un hombre ya completamente instruido.

· Tenemos un gran parecido con aquellos avaros que, no obstante disponer de abundantes medios, viven flacos y extenuados por no alimentarse debidamente.

· No hay que tener miedo de la pobreza, ni del destierro, ni de la cárcel ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo.

· Nada grande se realiza de golpe, ni una manzana ni una uva. Aguarda a que nazca, a que crezca, a que madure; da tiempo al tiempo. Y si esto es lo que ocurre con los frutos de la tierra, ¿quieres que el espíritu de sus frutos de repente?

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El presente texto ha sido extraído de sus  "Máximas",  contenidas en el libro Los estoicos, publicado por Ed. Bergua, Madrid, 1963, traducido por Juan Bergua.

martes, abril 07, 2009

OSHO: Meditaciones para el aquí y el ahora


Definido por el Sunday Times como "uno de los 1000 constructores del siglo XX", Osho (Madhya Pradesh, India, 1931) es uno de los mas celebres y controvertidos maestros espirituales de la mística contemporánea. Fallecido en 1990, la influencia de sus enseñanzas continúa expandiéndose por todos los rincones del mundo. Entre sus obras cabe destacar La alquimia suprema, El árbol del amor, Aquí y ahora, En busca de lo milagroso, La experiencia tántrica y Día a Día.

· En el momento en que os ilumináis, toda la existencia se ilumina. Si estáis en la oscuridad, entonces toda la existencia esta a oscuras. Todo, pues, depende de vosotros.
· La meditación significa ser uno mismo, y el amor significa compartir el propio ser con otra persona. La meditación os da el tesoro, y el amor os ayuda a compartirlo. Estas son las dos cosas más básicas, y todo lo demás no es esencial.
· ¿Por qué esperar motivos? La vida tal como es debería ser suficiente razón para reír. Es tan absurda, es tan ridícula. Es tan hermosa... tan maravillosa! Es todo tipo de cosas al mismo tiempo. Es una gran broma c6smica.
· Hagáis lo que hagáis, hacedlo de la forma más total que os sea posible. Si disfrutáis caminando, bien! Si de pronto os dais cuenta de que ya no tenéis el impulso o el deseo de moveros, entonces sentaos de inmediato; no deberíais dar ni un solo paso en contra de vuestra voluntad.
· No hay causas externas para la felicidad o la infelicidad; solo son excusas. Poco a poco, uno empieza a entender que es algo que se lleva dentro que no deja de cambiar, y no tiene nada que ver con las circunstancias exteriores.
· Permaneced siempre abiertos y con animo de experimentar... siempre listos para adentraros en un sendero por el que nunca antes habéis caminado. ¿Quien sabe? Aunque resulte inútil, será una experiencia.
· Los deseos son muchos, las necesidades pocas. Las necesidades se pueden satisfacer; los deseos, nunca. Un deseo es una necesidad que ha enloquecido. Es imposible satisfacerlo. Cuanto mas lo intentáis, mas pide y pide.
· Desprendeos de vuestras ideas fijas. Entonces podréis disfrutar mas de la confusión. Y no os confundirá... será un caos creativo. Un hombre necesita un caos creativo en el corazón para dar nacimiento a danzantes estrellas. No hay otra manera.
· No hay necesidad de temer a la muerte. Va a suceder; es la única certeza que hay en la vida. Todo lo demás es inseguro, así que, por que preocuparse por la certeza?
· No hay planificaci6n en la existencia; su belleza radica en que no se puede planificar. Una vida no planificada posee una gran belleza, porque siempre hay una sorpresa esperando en el futuro.
· Cuando queráis que algo no crezca, dadle la espalda... y morirá por si solo. Del mismo modo que una planta descuidada, no regada, se marchita y muere. Así que siempre que veas algo falso, hacedlo a un lado.
· Mirad en derredor: sea lo que fuere lo que estuvierais haciendo, eso no es el fin. Abríos otra vez, dejad que el viaje empiece otra vez. Incorporad cosas nuevas, a veces peculiares, excéntricas, otras casi locas; todas ayudan.
· Cuando buscáis, el futuro es importante. Y cuando no buscáis, el momento presente es todo lo que hay, todo. No hay futuro, de modo que no podéis postergar, no podéis decir: mañana seré feliz.
El presente texto ha sido extraído del libro Día a día 365 meditaciones para el aquí y el ahora, publicado por Editorial EDAF (Madrid, 2002) y traducido por Elías Sarhan.

domingo, abril 05, 2009

DICHOS DE AMOR Y DE LUZ



DICHOS DE AMOR Y DE LUZ

POR SAN JUAN DE LA CRUZ

Juan de Yepes Álvarez (1542-1591),  más conocido como San Juan de la Cruz, fue uno de los grandes místicos españoles, reformador de la orden religiosa de los carmelitas junto a Santa Teresa de Ávila.  Aunque su obra mas conocida es Cantico Espiritual, en otras como Noche 0scura del alma, Llama de amor vivo o Subida al Monte Carmelo, expresa de manera bellísima la experiencia de la unión con Dios.



· EI alma sola, sin maestro, que tiene virtud, es como el carbón encendido que esta solo; antes se ira enfriando que encendiendo.

· Mas agrada a Dios una obra, por pequeña que sea, hecha en escondido no teniendo voluntad de que se sepa, que mil hechas con gana de que la sepan los
hombres.

· EI que de los apetitos no se deja llevar, volara ligero según el espíritu, como el ave a que no falta pluma.

· EI alma enamorada es alma blanda, mansa, humilde y paciente.

· EI alma dura en su amor propio se endurece.

· EI que la ocasión pierde es como el que soltó el ave de la mano, que no la
volverá a cobrar.

· Un solo pensamiento del hombre vale mas que todo el mundo; por tanto, solo
Dios es digno de el.

· Eso que pretendes y lo que mas deseas no lo hallaras por esa vía tuya ni por
la alta contemplación, sino en la mucha humildad y rendimiento de corazón.

· No te canses, que no entraras en el sabor y suavidad de espíritu si no te
dieres a la mortificación de todo eso que quieres.

· No es de voluntad de Dios que el alma se turbe de nada ni que padezca
trabajos; que si los padece en los adversos casos del mundo es por la flaqueza
de su virtud, porque el alma del perfecto se goza en lo que se pena la
imperfecta.

· No pienses que porque en aquel no relucen las virtudes que tu piensas, no será
precioso delante de Dios por lo que tu no piensas.

· Mucho se desmejora y menoscaba el secreto de la conciencia todas las veces que
alguno manifiesta a los hombres el fruto de ella, porque entonces recibe por
galardón el fruto de la fama transitoria.

· No te goces en las prosperidades temporales, pues no sabes de cierto que te
aseguran la vida eterna.

· Aunque obres muchas cosas, si no aprendes a negar tu voluntad y sujetarte,
perdiendo cuidado de ti y de tus cosas, no aprovecharas en la perfección.

· Sea enemiga de admitir en su alma cosas que no tienen en si sustancia
espiritual, porque no la hagan perder el gusto de la devoción y el recogimiento.

· EI alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa.

· Hay almas que se revuelcan en el cieno como los animales que se revuelcan en
el, y otras que vuelan como las aves, que en el aire se purifican y limpian.

· Los trabajos los hemos de medir a nosotros, y no nosotros a los trabajos.

· EI cabello que se peina a menudo estará esclarecido y no tendrá dificultad en
peinarse cuantas veces quisiere. Y el alma que a menudo examinare sus
pensamientos, palabras y obras, que son sus cabellos, obrando por amor de Dios
todas las cosas, tendrá muy claro su cabello, y mirarle ha el Esposo su cuello y
quedara preso en el y llagado en uno de sus ojos, que es la pureza de intención con que obra todas las cosas.

. El cabello se comienza a peinar de lo alto de la cabeza si queremos este
esclarecido; todas nuestras obras se han de comenzar desde lo más alto del amor
de Dios, si quieres que sean puras y claras.

· Lo que pretende Dios es hacernos dioses por participación, siéndole el por
naturaleza, como el fuego convierte todas las cosas en fuego.

· La sabiduría entra por el amor, silencio y mortificación. Grande sabiduría es
saber callar y no mirar dichos ni hechos ni vidas ajenas.

· Cinco daños causa cualquier apetito en el alma: el primero, que la inquieta;
el segundo, que la enturbia; el tercero, que la ensucia; el cuarto, que la
enflaquece; el quinto, que la oscurece.

· Hable poco, y en cosas que no es preguntado no se meta.

· No se disculpe ni rehúse ser corregido de todos; oiga con rostro sereno toda
reprensión; piense que se lo dice Dios.

· Lo que hablare sea de manera que no sea nadie ofendido, y que sea en cosas que
no le pueda pesar que lo sepan todos.

· Procure conservar el corazón en paz; no le desasosiegue ningún suceso de este
mundo; mire que todo se ha de acabar.

· Cuanto mas te apartas de las cosas terrenas, tanto mas te acercas a las
celestiales y más hallas en Dios.

· Quien supiere morir a todo, tendrá vida en todo.

· Humilde es el que se esconde en su propia nada y se sabe dejar a Dios.

· Donde no hay amor, ponga amor y sacara amor.

· Mejor es sufrir por Dios que hacer milagros.


Estos aforismos han sido escogidos entre los que forman la obra Dichos de luz y
amor, de San Juan de la Cruz.